REFLEXIÓN SOBRE LA LITERATURA INFANTIL
- Hamza Harrous
- 3 oct 2019
- 2 Min. de lectura
Muchos de nosotros no hemos leído un cuento desde que éramos unos mozuelos, ni sabemos definir qué es la literatura infantil y juvenil ya que durante nuestra etapa en la educación primaria, secundaria y bachiller nos dedicamos hacer de todo menos disfrutar de la literatura. Según la Real Academia Española, literatura es el arte que emplea como medio de expresión una lengua, también es un conjunto de las producciones literarias de una nación, de una época o de un género. En mi opinión, definiría literatura como el arte de expresión tanto oral como escrita que ha tenido un transcurso notorio en todas las épocas.
Cuando estábamos en la escuela nos encantaba leer, me refiero a las etapas de educación infantil y en los primeros años de educación primaria. Ese gusto a la lectura se va perdiendo con el paso de los cursos, donde nos vemos obligados a leer una novela o historia sin poder disfrutarla. Nuestro sistema falla, si su intención es inculcar la literatura infantil y juvenil ya que muchos jóvenes se alejan por la obligación de tener que leer una obra solamente para examinarse de ella.
Gracias a estas acciones que muchos docentes creen que es la adecuada, los jóvenes abandonan la lectura. Debemos cambiar de mentalidad, de manera de pensar y de trabajar dándole al menor esa herramienta que le dé la capacidad de soñar e imaginar, evadirse por unos instantes inmersos en la historia, eso es literatura, y no lo que nos intentan de manera forzosa hacer.
Lo que vemos hoy día me tiene preocupado, pues vemos la continua censura que sufre la literatura infantojuvenil. Salía en los medios que un colegio de Barcelona censuraba obras como la caperucita roja o la bella durmiente por ser sexista. Seguimos delimitando la literatura. Tenemos que evitar darles esa utilidad a los cuentos. Los cuentos ni son machistas, ni sexistas, ni tenemos que darle ninguna finalidad. Los cuentos son cuentos, y solamente eso. Los niños tienen que disfrutar de la literatura tal cual como es, y no como queramos.
Tal y como dijo Franz Kafka, un libro debe ser el hacha que rompa el mar helado que hay dentro de nosotros. Aunque no nos han enseñado y no hemos aprendido a disfrutar de la lectura, aún hay tiempo para retomar la lectura y hacernos con esa hacha que rompa lo que tengamos dentro de nosotros.
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